Cuando vi por primera vez este videoclip, hace ya algún tiempo, me pareció muy divertido pero a continuación me quedé pensando cómo algo aparentemente tan simple nos transmitía un mensaje más importante de lo que parecía. Así empecé a darle vueltas al tema de este post “La importancia de tener razón”.
Enseguida me acordé de una cita de René Descartes que siempre me ha gustado y que dice: "No hay nada repartido de modo más equitativo en el mundo que la razón: todo el mundo está convencido de tener suficiente".
Muy frecuentemente creemos tener razón y, a menudo, nos obstinamos en demostrarlo. Pero insistir en tener razón no nos resuelve ningún problema, más bien los crea, especialmente en lo que se refiere a las relaciones con los demás. Usar la razón, aquello que nos parece correcto, para guiar nuestro comportamiento es útil pero empeñarnos en ponerla por encima de todo no puede traernos más que disgustos. Si, además, tenemos en cuenta todo lo que hoy ya sabemos sobre lo inventiva y engañosa que es nuestra memoria, entonces comprenderemos mejor que es más positivo dejar pasar ciertas disputas que mantenernos en que estamos en lo cierto o que aquello lo recordamos perfectamente.
Muy frecuentemente creemos tener razón y, a menudo, nos obstinamos en demostrarlo. Pero insistir en tener razón no nos resuelve ningún problema, más bien los crea, especialmente en lo que se refiere a las relaciones con los demás. Usar la razón, aquello que nos parece correcto, para guiar nuestro comportamiento es útil pero empeñarnos en ponerla por encima de todo no puede traernos más que disgustos. Si, además, tenemos en cuenta todo lo que hoy ya sabemos sobre lo inventiva y engañosa que es nuestra memoria, entonces comprenderemos mejor que es más positivo dejar pasar ciertas disputas que mantenernos en que estamos en lo cierto o que aquello lo recordamos perfectamente.
En esas situaciones deberíamos plantearnos que quizá no es el momento de tratar ese tema, o no con esa persona, que quizá deberíamos darnos un tiempo para buscar argumentos más idóneos o, simplemente, que no merece la pena insistir porque la mayoría de las veces solo ganaremos un pequeño instante de satisfacción personal que no compensa para nada con la pérdida que podemos tener en nuestra relación con los demás.
Dos hombres se encuentran en la calle, uno le dice al otro:
Hombre 1: ¿Usted como se conserva tan joven?
Hombre 2: Pues mire, no discutiendo con nadie
Hombre 1: Pero hombre, por eso no será
Hombre 2: Pues no será por eso
El clip nos muestra con humor e ingenio que tener razón no es lo más importante y que puede ser muy conveniente no ser demasiado cabezota incluso aunque se tenga. Más aún si tenemos en cuenta que muchas veces cuando "creemos" que tenemos razón, o no la tenemos o es solo nuestra verdad.
Siempre que nos descubramos peleando por "tener razón" deberíamos preguntarnos: ¿qué importancia tiene tener o no razón?, ¿qué consigo con ello?, y sobre todo ¿qué pierdo insistiendo?. Este simpático clip deberíamos tenerlo muy presente en nuestras discusiones, nos resultará de gran ayuda.
Mientras escribía este post, recordé un chiste de Eugenio que habla de lo mismo pero, al contrario que el vídeo, en vez de decirnos lo que perdemos con la insistencia nos dice lo que ganamos cuando decidimos no darle importancia. Espero que os guste.
Dos hombres se encuentran en la calle, uno le dice al otro:
Hombre 1: ¿Usted como se conserva tan joven?
Hombre 2: Pues mire, no discutiendo con nadie
Hombre 1: Pero hombre, por eso no será
Hombre 2: Pues no será por eso
Muy bueno el chiste, el vídeo y la reflexión. Gracias
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