La terminología es un aspecto complejo en el tema del mundo afectivo pues hay bastante confusión. Para empezar, yo diría que hay una línea muy sutil que separa la idea de emoción y sentimiento. Prácticamente todos, incluidos los expertos, usamos indistintamente ambas palabras como si fueran sinónimos. Hace años se hablaba mucho más de sentimientos y ahora todo el mundo habla más de emociones. Quizá por influencia de los psicólogos y neurólogos, quizá por influencia del inglés o quizá sea solo una cuestión de modas, es decir, de cambiar por cambiar para parecer moderno. En cualquier caso, podemos hacer algunas matizaciones que nos ayuden a distinguir y reconocer mejor nuestros estados. Empecemos por lo que dice el diccionario de la Lengua Española de la RAE: emoción . (Del lat. emotĭo, -ōnis). 1. f. Alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática. 2. f. Interés expectante con que se participa en algo que está ocurrien